Entre los días 21 de abril y 2 de mayo, el tenor Gregory Kunde interpretó el rol titular de “Andrea Chénier” en el Teatro dell’Opera di Roma, papel que volverá a asumir en unos días en la ABAO-OLBE, en Bilbao. Su actuación ha sido ampliamente reconocida por el público y la crítica especializada que le ha dedicado los siguientes comentarios de elogio:
- «…un elenco extraordinario, dominado por el poeta que encarna Gregory Kunde, en el que la voz parece haber ganado aún más plenitud. Un registro medio bastante apoyado y unos agudos afilados transmiten una fuerza y una fluidez que deslumbran al público. Como siempre, el canto es esmerado, el fraseo impecable y la musicalidad perfecta en un papel que a veces se sacrifica a la exhibición de “músculo” por parte de tenores menos refinados. Si bien ya no es un joven galán, el tenor estadounidense compone un personaje creíble y atractivo gracias a una cuidada dirección teatral: otro reto más superado por este cantante en su carrera proteiforme”. Jean Michel Pennetier (ForumOpera)
- «… el rol de protagonista se le ha confiado a un verdadero señor: Gregory Kunde, tenor desgarrador, entregado a su papel y jamás propenso a banales actos de extraversión. Su canto se vuelca totalmente en las palabras y en las frases, como un auténtico poeta. Kunde ha sido aclamado como un tenor grandioso. Toda una sorpresa, sin precedentes, si consideramos que se trataba de su debut en este rol. Además, parece increíble que un tenor que empezó siendo rossiniano haya podido, al cabo de los años, adquirir una vocalidad de tenor verista, es decir, robusta y declamada. El registro medio-grave hay que buscarlo más en el interior de las palabras que en la fibra del canto. A medida que su voz se alza adquiere tono heroico, así como intensidad y espesor, a lo que acompaña en todo momento un fraseo aristocrático y un texto labrado en toda regla.» Carla Moreni (Il Sole 24 ORE)
- «Gregory Kunde canta el rol principal extraordinariamente bien: la robustez que su voz ha adquirido a lo largo de los años y esa uniformidad de registro, ese subir a agudos y esa claridad tímbrica que aún conserva hacen de él un intérprete ideal para la interpretación del desafortunado poeta. El celebérrimo Improvviso ‘Un dì all’azzurro spazio’, que suena y resplandece con timbre terso y puro, arranca aplausos inmediatamente. Sabe darles acentos delicados a los dos duetos con Maddalena, especialmente al último, deudor de la escritura verdiana y wagneriana, así como a su aria de disculpa (‘Sì, fui soldato’). El público romano le brinda gran ovación, ratificando así su triunfo personal.» Stefano Ceccarelli (L’ape musicale)
- «El protagonista, Gregory Kunde, es uno de los pocos tenores que, tras sus comienzos con una especialización belcantística y en roles de lírico-ligero, a lo largo de los años ha sabido cultivar de forma genial una vocación dramática que le ha llevado a explorar como pocos y con gran inteligencia todo el repertorio, cosechando destacados éxitos. Su debut en el papel de Chénier derrocha una gran riqueza vocal e interpretativa que el público ha demostrado apreciar enormemente». Antonello La Rocca (Roma Italia Lab)
- “En cuanto al elenco artístico, la interpretación de Gregory Kunde como protagonista ha sido una perla preciosa. A pesar de sus 63 años y de contar a sus espaldas con un repertorio de un género completamente diferente, logró encarnar al joven poeta Chénier con fuerza y carácter en todos los registros, especialmente en los agudos, que resultaron firmes y sonoros” . Sara Feliciello e Paolo Mascari (Ieri, Oggi, Domani, Opera)
- «… Gregory Kunde debuta en este papel entonando un conmovedor ‘Un dì nell’azzurro spazio’. ¿Qué decir del veteranísimo Kunde? Es uno de los cantantes más versátiles de nuestra época; muchos años han pasado ya desde I Puritani del 1987 y, aunque su repertorio se haya transformado, su frescura sigue vigente. Muy bello el Si natural bien entonado del dueto final, pero aún más bello es el dueto del segundo cuadro con esa ‘Ora soave’ en la que pasa del Fa, y con un ligero portamento de naturaleza corelliana, se desliza hasta el La bemol con enorme naturalidad. El público no puede evitar aplaudir. Se perciben la tranquilidad del canto, su total concentración en el texto y ese dejar que la música cante, que son tan característicos de quienes realmente han dedicado toda su vida a este arte”. Chiara Marani (Nel fiero anelito)
- «Kunde ha interpretado algunas de las melodías más bellas de la ópera italiana; algo que la crítica no ha podido perdonarle a Giordano durante años. Hubo un tiempo en que algún tenor las cantaba a pleno pulmón, como si fueran arrebatos de un sermoneador en vez de melodías de un poeta (pre)romántico, es decir, pausadas, soñadoras, difuminadas e, incluso, sombrías. Gregory Kunde las ha cantado con una línea musical perfecta en términos de fraseo, variedad de dinámicas cuidadosamente dosificadas y homogeneidad de registros». Mauro Mariani (Il Giornale della musica)
- “Con Chénier, Gregory Kunde añade un nuevo papel a su ya extraordinaria carrera y vuelve a dar en el blanco con su timbre de tenor y con la mesura escogida para el poeta”. Pierachille Dolfini, (Avvenire)
- «Gregory Kunde deja que se perciban todos los pasajes de su voz y ejecuta un maravilloso ‘Improvviso’ sostenido con la misma fuerza que las antiguas arcadas. Dialoga bien en el segundo acto, canta ‘Ora soave’ magníficamente y alcanza su apogeo en ‘Fui soldato’. Ahorra energías en ‘Come un bel dì di maggio’ (inevitable, ante la falta de entreacto) y hace estallar toda la pirotecnia de ‘Vicino a te s’acqueta’». Giacomo Agosti (I Teatri dell’Est e non solo…)